петък, 16 декември 2016 г.

De Ibiza a Malaga en bici - segunda parte

   23.10.2016

   Me levanté a las seis y empecé prepararme el equipaje en silencio. Mi camiseta, como esperaba, no se había secado. No ha llovido pero es tal la humedad en el aire que ni siquiera el material del que está hecha de la camiseta puede secarse. Pensé atarla a las alforjas para que se secara en el ferry, allí tendría 8 horas para secarse.

   Coincidí con mi anfitrión poco más de un minuto, se había levantado a ir al baño. Le di las gracias de darme la oportunidad de pasar la noche en su casa, ya que la noche anterior no pude dárselas. Fue su amiga quien me abrió la puerta y para cuando él volvió a casa del trabajo (trabajaba hasta las 2 de la madrugada) yo ya dormía profundamente….
Bajé por la escalera, cerrando en silencio la puerta, cargué la bici y salí por las silenciosas calles de Palma de Mallorca. Pedalear tan temprano por la ciudad con el silencio que te rodea es un autentico placer. No creo haber visto más de 3-4 coches y un camión de la limpieza. En 15 minutos llego al puerto y compro el billete, me costó como 43€ con el descuento de residente. De repente me doy cuenta, que no había cerrado bien el bolsillo de la chaqueta y se me habían caído las gafas de sol. Recuerdo que hace tres años me las encontré en el medio de una calle muy transitada de Málaga y lo bien que me quedan, como si estuvieran  hechas para mí. Pero las cosas son así, tal como vienen, se van….  Espero que su nuevo dueño las disfrute tanto como yo.

   Del trayecto en el ferry tampoco hay mucho que contar, me tomé un café por 1.90€ (más barato que en muchas cafeterías de Ibiza, vaya), subí a la terraza trasera cubierta y me acomodé allí. Mi libro, mi pipa, cafelito, relax. Y el tiempo, bueno... en lugar de llover, hoy está cubierto...


   Tres horas más tarde llegamos a Ibiza, donde subieron mis compañeros, que también habían terminado la temporada. Se quedaron un rato para charlar y se fueron a descansar al camarote. Gracias a unas ofertas especiales les salió más barato el billete en camarote que en butaca.

   Llegó un momento en que, ya cansado de estar tanto tiempo en el mismo sitio (me dolía el trasero, vaya), me fui en el bar de dentro; allí las sillas son mucho más cómodas. Me apoyé en la mesa y me he quedé frito. Hora más tarde me despertó mi compañero Martí, había pedido algo para comer pero su novia, que come como un pajarito y no puede acabarse la ración. Y como tirar comida es pecado, no pude negarme a echarles una mano. Además, pincho con ensalada siempre combina bien.

   Poco después, el barco llegó a Denia.


   Me paro unos 200-300 metros más allá para hacer una foto con el castillo al fondo que corona la colina y me doy cuenta de que he perdido mi carnet de conducir. Normalmente lo tengo guardado en la mochila con otros documentos, pero al usarlo en la compra del billete lo puse en el bolsillo de la camiseta para ir más rápido, junto a mi tarjeta de identidad (que seguía en el bolsillo, por cierto) y el billete.

   Así que vuelvo atrás y busco a alguien de seguridad. Le explico dónde había estado, llama a sus compañeros del barco y media hora más tarde ya había recuperado el carnet. Esa vez lo guardé bien guardado en la mochila.

   El plan para hoy es salir lo más rápido posible de Denia y sus alrededores y buscar un camping, tampoco puedo hacer muchos kilómetros, porque el ferry ha llegado a puerto sobre las cuatro y a las siete cae la noche.


  Dicho y hecho. Salí del puerto, me paré un rato en un cruce y mandé el plan al quinto... fui hacerme una foto con una estatua que recuerdo desde hace unos 10 años, de cuando estuve por aquí. Todavía recuerdo esta. Desde allí decidí visitar la alcazaba; había pasado por aquí hace diez años. Desde hace unos años paso varias veces de ida y vuelta a Ibiza y siempre la veo en la colina. Tenía ilusión de fotografiarme con ella. Por fin puedo hacerlo.



Me hago un lío por las calles centrales de un sentido, así que al final les mando a tomar viento y llevo la bici a mano por unas escaleras.


   La alcazaba no es nada en especial. Aún están trabajando para restaurarla. Hasta el momento solo hay una torre, muros y una buena vista desde lo alto (bueeno, buena vista, mayoritariamente techos...), pero la entrada solo cuesta tres euros y merece la pena darse un paseo. Se ve que se esfuerzan en mejorarla.




   Mientras entraba, detrás mía vino un grupo grande, por el idioma, catalanes. Uno comento enfadado ¨¿Tres euros? ¿Que están locos o qué…? Tres euros de entrada por unas ruinas, tampoco hay mucho que ver...¨ Pensaba darme vuelta y preguntarle cuánto había pagado para comer hoy, pero no quería amargarme la vida con subnormales, así que pasé...


   Me di un paseo, había una exposición en la torre. Al lado había también una fuente, donde pude rellenar las botellas y preguntar al Google dónde estaba el camping más cercano. Me mostró uno en Jávea, muy cerca. Bueno, cerca en línea recta, quizás unos 3-4 kilómetros. Pero entre Jávea y Dénia hay una roca enorme que te obliga rodearla. Hasta el camping habrá unos 30km.


   La enorme roca. La foto fue tomada unos cuantos años atrás, pero no parece haber menguado desde entonces.


   Pedaleando por las carreteras entre campos me encontré con este misil. Me sorprendió, porque en España hay muchos musulmanes, marroquís y no sé que más, pero no es habitual ver un minarete.


   Y así pedaleando tranquilito y... Bulgaria... En serio? Yo no sé que hago con un pinchito en la barriga...además ¿no había salido en otra dirección?

   Bueno bromas aparte. Seguí mi camino, subidas ligeras en general, pero algo cansadas. De nuevo empezó preguntarme adónde coño iba si me canso así de rápido... Empiezo sentirme decepcionado conmigo mismo.


   De pronto, al lado de la carretera aparecen dos paquetes de galletas, el paquete de fuera está abierto, pero el de dentro siguen ser cerrado. No se quien las habría tirado, pero le estoy muy agradecido. Galletas escocesas con trozos de chocolate blanco belga y frambuesas. Deliciosas. Hacía dos días las había visto en una tienda y costaban cuatro euros por paquete...!

   Llegué al camping de anochecida y mi buen humor pegó un bajón porque costaba 16 euros. Un precio demasiado alto para un camping, pero tampoco tenía donde ir a esas horas. Es un área muy poblada, con muchísimas casas, fincas y plantaciones de naranjas, todo bien vallado, visible desde la carretera, así que no es nada fácil esconderse con la tienda; sin contar que dormir al aire libre está prácticamente prohibido.

   24.10.2016

   Me levanté sobre las 8 y a las 9 ya estaba pagando en recepción.


   Con la duda siempre presente, pregunté si había algún carril bici, caminito o algo apartado del tráfico hacia Benidorm. Había por allí un lugareño y que me contestó: ¨No vayas hacia Teulada, desde allí el trafico es muy denso. Vete hasta la rotonda hacia Benissa y desde allí ya tienes que coger la nacional, no hay otra manera”. Sacaron un mapa y me mostraron por dónde ir.


   Tendría que haberle hecho una foto (a la del mapa) para poder enseñárosla. En el momento de abrirlo me quedé bizco. Había contactos, colores fuertes, anotaciones, pequeñitas marcas, iconos... Me fue casi imposible encontrar donde estábamos en ese momento y, aún peor, saber a dónde ir. Pero bueno, ya con las explicaciones me orienté y cogí el camino a Benissa. El camino era muy tranquilito, pasa plantaciones de naranjos y fincas, sin tráfico, rodeado de silencio y vegetación.

   Llego a Benissa y me paro a comprar un cuaderno y un boli para poder escribir mi viaje y después subirlo al blog. Es que, si no os pongo los dientes largos, para qué lo hago? :P


   Esa roca a lo lejos es mi punto para tomar café hoy- Calp.

   Una vez en Benissa me fue fácil encontrar la salida para la nacional. Y para llegar hasta allí debo cruzar..... bingo! Debo cruza Teulada! Me hicieron hacer unos 10-15km innecesarios, sin hablar que la carretera Benissa- Teulada está llena de subidas y bajadas y además no hay arcén donde refugiarse. Había bastante tráfico aunque no puedo quejarme de los conductores. Pero circulando por una estrecha carretera de solo dos carriles tampoco se pueden hacer milagros. Aun así lo tomé con paciencia. Los alrededores son muy bonitos, no hice fotos de un lado por la luz, que era bastante mala, y por otro que no había dónde parar y apoyar la bici sin molestar. A la derecha la roca, a la izquierda el barranco... pero lo disfruté, no tenia prisa, sabía que hacia Benidorm me esperaba una buena subida, pero no eran muchos kilómetros y allí tendría dónde alojarme, de modo que me lo tomé con calma.

   En realidad resulto que Calp esta tras la primera y más larga subida (unos 300m de altura, después me di cuenta de que las siguiente subidas no eran tan duras, pero de similar porcentaje. Lo más guay fue que, poco después de empezar la bajada, el carril contrario estaba cortado por obras durante varios kilómetros y los agentes paraban el trafico en una u otra dirección. Afortunadamente pasé ultimo en mi dirección, tuve todo el carril para mí solo. Y eso que necesitaba algo de espacio, bajé a 50-60km/h y con esa velocidad en las curvas te hace falta espacio y además pasar a unos 20-30cm de los quita-miedos ni siquiera en recta es fácil.



   Procuré parar para hacer un par de fotos. Aunque no se ve muy bien, todo alrededor era muy bonito.

   Llegando a Calp me encontré con algo que no me gustó nada de nada. Quería tomar café en la playa por lo cual tuve que bajar cuesta abajo, porque la nacional rodea la ciudad por lo alto. Lo que significaba que después tendría que subir de nuevo. Pero daba igual, había echo unos 40km hasta ahora y quería tomarme el café en la playa. Y punto.


   Por lo visto tienen envidia de Benidorm y sus rascacielos, así que construyen los suyos propios.


   En realidad Calp parece ser un ciudad bonita, para salir la había cruzado de punta a punta y me gustó, aunque en general las ciudades no me impresionan desde hace años.


   Mientras pasaba por el paseo marítimo preguntándome dónde tomar café, apoyé la bici la bici para hacerle una foto junto a la emblemática roca. Por lo que sé está protegida como paraje natural o algo así, pero no estoy muy seguro. Pero parece como fuera de lugar y es bonita. Hago la foto, doy una vuelta y veo tres bares, uno llamado Coco Beach Bar (Koko es mi nombre diminutivo). Pues hala, hasta me habían escrito el nombre para no liarme con la ruta.

   Hora masa tarde (la mayoría ocupada con el cuaderno) continué. Subir al nacional no fue difícil, tampoco me lié mucho por dónde porque había bastante indicaciones. En una fuente de la playa rellené mis botellas, pero más tarde, al probarla, la escupí toda. No sé porqué ponen fuentes donde dicen “agua potable” si el agua está asquerosa. En realidad, en casi a ningún lado de la costa encontré agua potable en las fuentes.

   Seguí hacia Altea, me acordaba de que era de un pueblo pequeñito y bonito. Pero este si que no me acuerdo haberlo visitado antes...


   ...iglesia ortodoxa rusa en la mitad de la nada.


   Tenia su horario de apertura, la rejilla estaba abierta pero las puertas estaban cerradas con una cadena bien grande. Quizá tendría que haberle hecho una foto. Así son casi todos los templos. Hechos para el pueblo y cerrados al mismo. Por favor venid a lavar vuestra alma en horario de oficina.



   Por lo visto los perros no necesitan lavar su alma, así que no tienen derecho entrar, supongo son criaturas dignas desde su nacimiento.

   Seguí hacia Altea, estaba cerca, a unos 6-7km si no me equivoco. Allí me encontré con un atasco que no veas. La nacional cruza el pueblo, convirtiéndose en una calle estrecha de dos carriles, cruzada por muchos arcenes y semáforos. Mientras esperaba a un semáforo escuché voz detrás mía indicándome que girara a la siguiente a la izquierda y saliera al paseo marítimo. Me doy la vuelta y veo un hombre mayor en bici. Le hice caso y salí al paseo donde se podía pedalear tranquilamente. 


   El hombre era escocés llevaba años viajando en bici. Conocía muy bien la zona. Inmediatamente saca un viejo y bien usado mapa, con muchos apuntes de él mismo y me enseña por dónde seguir mas tranquilo hacia Benidorm y Alicante.

   Me contó que hace 20 años aquí no había nada, solo una playa solitaria, podias montarte la tienda sin que nadie te viera. Lo malo es que al otro lado de la cala había un puesto de guardia civil que vigilaba la costa con prismáticos por lo que no era raro que te despertaran por la noche con escopeta en mano.

   Empezó a suspirar: “…ya soy viejo para viajar en bici, muchas veces tengo que tomar el tren...” Vi en su mirada triste el reflejo del pasado y me despedí agradeciéndole su ayudas. Es triste, pero es lo que nos espera a todos.

   Sigo hacia Benidorm por una carretera tranquila y al rato ya estoy entrando. Estoy sorprendido, son las tres de la tarde. Todavía queda luz del día y en vez de quedarme decidí que lo mejor era continuar camino.


   Paré un momento porque vi “pizza a euro”. Estaba muy buena y aproveché a comprar dos botellas de agua en el local de al lado.


   Benidorm es bastante ondulado pero tiene unos buenos carriles para bicicleta. Es bastante famoso por sus rascacielos, pero a mi no me impresionan nada. Simplemente son montones enormes de hormigón. Es bonito verles desde la lejanía pero cuando estas entre ellos tampoco son gran cosa.



   El río que cruza Villajoyosa, el pueblo al lado de Benidorm, es bonito.

   Desde allí continué por la nacional. No tengo muchos recuerdos de este tramo, solo que vi un par de halcones y que volaban arriba y abajo. De todas maneras no tenía mucho tiempo para contemplar las vistas, necesitaba escribir en mi cuaderno. Llevo dos días de retraso


   Poco antes del anochecer llego a un bar llamado OVNI. Tras él hay un pequeño espacio donde aparcaban caravanas. Voy a hablar con la camarera, a preguntarla si también puedo montar mi tienda, pero me mira con cara rara y me dice que tengo que esperar y preguntar al jefe, que estará por aquí sobre las siete. Le doy las gracias y vuelvo con mi café. Pero no me sentía cómodo. A las siete anochece y si el jefe no me da permiso ¿qué hago? Google me dice que hay un camping a menos de 4km de aquí y me largo.


   El camping Costa Blanca está a unos 15km antes de llegar a Alicante y los precios están escritos en un tablón grande a la entrada. Así da gusto. Me cobran 7.50€, perfecto.

   25.10.2016

   El día no amanece soleado. Todo el cielo está cubierto con nubes, nubes altas, de esas que no se ven pero que tornan cielo de color blanco y el sol alumbra tras una cortina. Pregunto al guarda dónde puedo tomar café y me sugiere unos bares a 400 metros, pero dirección Benidorm y eso es volver hacia atrás... no. Tomaré café en Alicante.

   Menos de un kilómetro más adelante, entro en San Juan de Alicante y en una rotonda pregunto a unos policías si por la playa hay forma de llegar al centro, para no comerme todo el tráfico de la nacional. Dice que vaya hacia la playa, después a la derecha por el paseo y llegaré.


   Hay un carril bici algo raro, pero es fácil pedalear a pesar del tiempo. Pero siguiendo el carril, termina en una calle de una sola dirección... dirección contraria! Así que tengo que seguir pedaleando contra el tráfico (aunque no había mucho) porque las aceras eran súper estrechas. Una cosa rara.

   Entré en unos barrios y siempre intentaba salir a la playa para seguir la costa.


   Solo  una vez salí a una playa (vaya playa) y había ni carril, ni paseo, ni nada. Resulta que no hay nada de eso, solo la playa del mismo San Juan. Y yo estaba metido en unos barrios cerrados, todo arriba- abajo, calles rodeando manzanas de edificios y saliendo a unos 20-30 metros de su entrada... Me costo un montón salir de este sitio.


   Al final llegué a los últimos barrios de Alicante y me acerqué de nuevo a la playa, donde se podía pedalear. No sé porqué es conocida la ciudad, pero como podéis ver las playas no son su punto fuerte.

   Pedaleando por esos senderos, al poco se convirtieron en un pasarela de madera, que me conducen hasta una playa de arena y terminan delante una escalera inclinada con unos 30-40 escalones. Pero subir esto con la bici cargada...olvídalo. La otra opción que me quedaba (a parte de volver atrás, cosa que no se me da bien) era empujar la bici hasta llegar a una rampa al otro lado de la playa, mientras me hundo en la arena. Dicho y hecho.


   Llegando a la rampa veo que el que la construyó quiso joderme al máximo cortando el acceso fácil. Vaya tontería.... En fin, con bastante esfuerzo levanté la bici sobre este escalón.


   Entrar en Alicante fue bastante fácil, aunque me compliqué un poquito intentando ir por la playa. Estaba pensando en cruzar toda la ciudad y poco antes de salir, parar y tomar un café, para poder salir a la carretera más relajado.

   Si, si, pero no. Llego al puerto y veo...


   ...esta belleza. Di alguna que otra vuelta para tomar fotos y veo que hay una entrada al lado. Pero la entrada cuesta 5e. Pero al final digo ¿y cuándo voy a poder verlo de nuevo? Al final lo pagué.


   Al pagar te dan un tique con el que puedes pedir una bebida en la cafetería del barco. Pero no os recomiendo gastar el dinero.



   Solo una pequeña parte del barco es para exposiciones. Y además parecían bastante cutres y baratas. Parecían ridículos en realidad.



Todo lo demás es un restaurante-bar, que por la noche se convierte en una especie de discoteca al parecer, vi el puesto del DJ, y toda la parte de arriba era una cafetería. Al menos el café ya lo tenía pagado. Ni pedí un vaso de agua, que todo apuntaba a la respuesta: ¨En vaso no, si quiere usted una botella…¨. Y los precios no eran exactamente normales, por un zumo le cobraron 4€ a una inglesa delante mía.


   De todos modos ya había pagado, me encontraba en una esquinita tranquila y me senté a tomar el café y a seguir con las notas en el cuaderno. Pero andaba difícil la cosa. Ya había perdido tiempo, el barco me decepcionó, y algo por dentro me empujaba a continuar.


   Ultima foto obligatoria y p´alante.


   En esa rotonda vi indicaciones hacia un parque, la calle hacia allá pasaba entre el puerto y la avenida principal. ¨Perfecto¨ pensé. Voy a ir hacia el parque, entro, lo cruzo, salgo al otro lado y continuo por la avenida. Que así sea.

   El parque estaba a unos 2km de la rotonda, era pequeñito, estrecho, pero bonito...


   ...y diseñado con colinas bajas que lo aislaban bastante bien del ruido de la avenida principal.



   Había solo un inconveniente- no había salida al otro lado. Di unas cuantas vueltas en busca de otra puerta, pero no. Hay solo una entrada/salida. Pero, ¿quién coño hace un parque a 2km de distancia del edificio más cercano donde no hay ni un árbol para dar sombra en los meses calurosos, cuando la gente va a los parques... y me preguntaba por qué no hay gente...

   Pues no me quedó otra, volví hacia atrás y salí a la avenida. Poco mas allá, al lado derecho, apareció otro parque. Esa vez se ve que es grande y bonito.


   Entre las dudas me digo ¨Y qué coño, hoy perdí tanto tiempo dando vueltas, que un poco más... qué más da, al menos, voy a darme gusto¨




   Finalmente el parque resultó ser muy bonito, aunque no le diera vuelta completa. Muy verde, con muchos sitios de parar y descansar, áreas para niños. Había una cafetería muy bonita  y si no hubiera tomado café en el barco seguramente habría parado aquí. Pero el camino ya me estaba llamando.

   Poco después salí de Alicante, dirección Santa Pola. La carretera estaba a, quizás, un kilometro de la playa y claramente se veía que se podría haber construido una pasarela o algo similar para conectar Santa Pola con Alicante, pero, ¡qué entiendo yo de esas cosas!

   De Santa Pola me sonaba algo, no sé, ¿es famosa con sus playas quizá? No lo recordaba bien. Ni me acerqué a verla en realidad. No tenía ganas, estaba haciendo  una velocidad muy buena, unos 26-27km/h. Además estaba rodeado de pantanos y salares, no se veía ningún sitio cómodo para pasar la noche y era ya casi medio día.


   En unos de los salares vi unos flamencos...


   ...y poco después una impresionante montaña de sal...


   ....la que se recoge después de evaporarse esta agua. ¿Alguien quiere sal?

   Más tarde llegue a un pueblo Guardamar “Algo” y entré a comprar agua y a descansar un rato. Paré en una tienda y al bajar de la bici noté que mi cuerpo empezó a temblar un poquito. Eso significaba que me había exigido y que necesitaba comida. Así que junto al agua pillé una coca cola. Algo de azúcar vendrá bien hasta que encuentre dónde comer.

   Las tres de la tarde ya estaban sonando y seguía dando vueltas por las calles buscando dónde parar. En el bar de un hostal vi que hay fresh de naranja por un euro y supe que ese era mi lugar. Pedí un trozo de tortilla con el zumo, seguidos de un café. Perdí algo de tiempo apuntando las notas y charlando con unos ingleses de la mesa al lado y me sentí mucho mejor. Y me salió solo tres euro, una maravilla. Hablando con el camarero me enteré que hay carril bici y senderos casi hasta Torrevieja, que está a unos 15km de aquí.


   No pasa con agua. Oye a mi no me paró ni el aguacero de Mallorca, así que esto, menos. Esto es parte del carril bici, que esta al lado de la nacional, por cierto.

   Una media hora más tarde llegué a unos barrios. Vaya, qué rápido llegué a Torrevieja, pensé. Pues todavía no lo era, si no un pueblo antes, creo se llama Massa o algo así.



   Como podéis ver en la playa hay comodidades para ciclistas y peatones.




   Algunas fotos del camino.


   Quién sabe en qué estaa pensando, quizás: ¨… en buena me he metido tío, en vez de ir a algún sitio con buenas playas...¨


   En realidad hoy casi todo el día pedaleaba por carriles bicis, lo que es muy cómodo. El único inconviente es que no iban siempre en mi dirección, pero nada, Alicante va por buen camino, me parece.


   Ya anocheciendo entré en Murcia. Había encontrado el camping para esa noche, pero estaba todavía a unos pocos kilómetros, asi que tuve que poner las luces, que se estaba haciendo de noche. Lo bueno fue que la mayoría del trayecto fue por carril bici.

   Siguiendo el gps continúe por unos caminitos estrechos que rodeaban un aeropuerto. Y como estaba pedaleando en la oscuridad me dice el gps ¨Gira a la derecha¨ Eh!? A la derecha se ve un sendero de, quizá, un metro de ancho, rodeado de cañas 3 metros de altura. Dónde me estoy metiendo??? ...pero bueno, si lo dice... El sendero se convierte en pasarela, que se bifurca poco después. Pero el gps lo sabe y indica a la izquierda. En este mismo instante me atacó un ejercito, bien entrenado, de mosquitos. Y poco a poco salí a la playa. Al derecha mar, a la izquierda la parte trasera del camping. O sea si hubiera seguido por la carretera habría salido directamente a la recepción. Vaya coñazo!

   Al menos el camping no era caro, 7.90€, aunque no tenía pinta de merecer tanto. Pero bueno, es lo que hay. Monté la tienda rápidamente y directamente tire las alforjas adentro sin abrirlas. Una vez dentro empecé a matar mosquitos, el que no haya matado mosquitos en una tienda no puede entenderlo. Después preparé la cama y los productos para la cena, tras la cual fui corriendo hacia las duchas.

   Allí, otra sorpresa. El agua caliente tenía con botón de esos que te dan unos 20-30 segundos de agua y se corta. Tuve que apoyarme todo el rato sobre el botón para que poder ducharme.

   Para cocinar? Afuera, no hay otro modo. Por suerte hoy tenía medio paquete de chistorra y ensalada cuatro estaciones, así que en 5min la chistorra estaba lista y yo oculto en la tienda, donde empiezo de nuevo la matanza. 


   Después algo de internet, algo de lectura y a la cama.

   Por cierto, el saco de dormir lo use solo la primera noche y eso solo como manta. No hacia frio, así que estaba durmiendo solamente con la sábana. De vez en cuando me despertaba por la noche, que estaba algo mas fresca, me ponía el chándal y dormía como un bebe.